domingo, 12 de abril de 2009
Love Letter
Y cuando revolviendo tus cosas encontrás una carta de amor que nunca diste. Una carta de amor con todas las letras. Lo suficientemente cursi. Lo suficientemente única. Y la encontrás cuando ya el amor pasó. Cuando ya se fue. Pero el corazón y el estómago se te revuelven al unísono. Y no importa que hagas con la carta o con tus cosas revueltas. Esa carta, una carta de amor de cuando recién lo conocías, nunca la entregaste porque era demasiado sincera y ahora pertenece a tu museo emocional. Nada más. Ni nada menos.
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